[Publicado originalmente por Cluster Salud el 13 de abril de 2017 ]
Las nuevas tecnologías e investigaciones en la medicina permiten acercarnos a la idea de retrasar el envejecimiento y en definitiva vivir más. El proyecto puede sonar futurista para muchos, pero en él ya se trabaja, en campos como la llamada gerociencia. Por Cristián Yáñez W. / Cluster Salud.
Hoy podemos vivir más y con una mejor calidad de vida. Y esto es en gran parte gracias a los avances de la medicina y la tecnología. En los últimos años la biología del envejecimiento ha sido foco de mayor estudio, lo que ha posibilitado una capacidad de mayor análisis y entendimiento de los procesos involucrados. De ahí que surjan preguntas acerca de si seremos capaces de retrasar nuestro propio envejecimiento o si seremos capaces de enfrentar esta nueva realidad.
La gerociencia, un término acuñado hace unos años por el Dr. Felipe Sierra, director de la división de biología del envejecimiento del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, plantea una nueva forma para comprender de manera interdisciplinaria, la relación entre el envejecimiento y las enfermedades crónicas de los ancianos. Esta visión busca retrasar el envejecimiento y alargar por lo tanto la vida humana.
El Dr. Felipe Salech, geriatra e investigador de la Universidad de Chile, afirma que en este campo de estudio se deben dedicar más recursos y que “nuestra estrategia actual de tratar enfermedades asociadas al envejecimiento (hipertensión diabetes, Alzhéimer, EPOC, etc.) como fenómenos independientes es poco eficiente”.
-¿Cómo se pueden tratar estos males en el campo del envejecimiento?
-Todas estas enfermedades comparten una estrecha relación epidemiológica y fisiológica con el envejecimiento, y si intervenimos en los mecanismos biológicos generadores del envejecimiento, tenemos la oportunidad de intervenir en conjunto sobre todas estas enfermedades. Es así como al examinar ratones sometidos a intervenciones antienvejecimiento no solo viven más, sino que lo hacen de forma más saludable, con menos enfermedades. Visto así, llevar este conocimiento a los humanos debiera ser una prioridad y el desarrollo del grupo humano con la capacidad de llevar este desarrollo es de gran importancia.
-¿Cree que se pueda retrasar el envejecimiento de manera significativa, en términos de esperanza de vida?
-En mi opinión es factible, no sólo desde un punto de vista teórico. Hoy hay modelos animales donde es posible alargar la expectativa de vida máxima y disminuir la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento, y otros donde es posible recuperar la capacidad regenerativa de los tejidos perdida con el envejecimiento. Estos cambios son muy significativos. El punto está en como llevar esto a la práctica clínica habitual, y es ahí donde está el desafío.
“Hace no muchos años ciertas enfermedades infecciosas o quirúrgicas eran letales, y el desarrollo médico logró erradicarlas, no veo por qué esto pueda dejar de pasar”.
Respecto a ciertas enfermedades que afectan en la actualidad a la población adulto mayor, tales como el Parkinson, Alzhéimer, o la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), Salech cree que podría llegarse en el futuro a un punto en el que podamos erradicarlas. “Hace no muchos años ciertas enfermedades infecciosas o quirúrgicas eran letales, y el desarrollo médico logró erradicarlas, no veo por qué esto pueda dejar de pasar”.
Sin embargo, agrega que lo único que podría frenar esto “es dejar de invertir en el desarrollo de conocimiento biomédico, pues mejorar las condiciones de salud es un pilar para el desarrollo sustentable del país”.
-¿Cuál cree será el impacto de prolongar la vida en la población adulta o anciana?
-Creo que el punto central esta en no hablar de “alargar la expectativa de vida”, si no en alargar la “expectativa de vida saludable”. En los últimos siglos la expectativa de vida promedio de los humanos ha aumentado de manera sorprendente, pero el problema es que es a expensas de una serie de patologías que llevan a la pérdida de funcionalidad y a la dependencia, cosas que nadie quiere, y que tiene un altísimo costo social, pues sostener la dependencia de una población envejecida es poco factible. Por eso el objetivo actual debe estar en extender los años de vida saludable. Sólo una vez logrado eso, hablaría de “alargar la vida”, fenómeno que en mi opinión caería luego por su propio peso.
La neurogénesis y “Klotho”
El proceso denominado neurogénesis se refiere al desarrollo de nuevas neuronas a partir de células madre. Es en este contexto que el Dr. Salech descubrió el año pasado una proteína denominada “Klotho”, ubicada en una zona del cerebro, que cumple un rol importante relacionado a la generación de nuevas neuronas.
El investigador indica que “nuestro trabajo determinó que Klotho (una proteína con efectos antienvejecimiento), regula la producción de nuevas neuronas en el hipocampo adulto”. Salech agrega que el hipocampo es una región del cerebro importante para procesos cognitivos como la memoria, y se afecta en enfermedades de alta frecuencia en personas mayores como es la enfermedad de Alzhéimer, por lo que comprender su funcionamiento es de gran valor. “Sin embargo mi trabajo es un estudio de ciencias básicas, realizado en un modelo animal, y el paso de acá a una eventual intervención en humanos es muy grande. pienso que estamos aún lejos de eso”, señala.
-¿Cuál es el valor de esta investigación para el campo médico en los adultos mayores?
-Personalmente creo que el valor mas grande de esta investigación fue que me permitió vincular a un médico que ve pacientes adultos mayores con los avances en biología del envejecimiento. Desde hace tiempo se conocen intervenciones genéticas, nutricionales y farmacológicas capaces de extender la vida y la salud en animales, pero este conocimiento no esta llegando a humanos, en parte porque hay un brecha de capital humano entrenado en vincular los dos mundos, y con mi formación puedo contribuir al desarrollo de este campo.
-¿Qué opina acerca de la neurogénesis y su conexión con las enfermedades?
-Cuando yo fui al colegio me enseñaron que uno nacía con un numero de neuronas y que durante la vida no se producían más. Hoy sabemos que eso no es verdad, que hay sitios específicos del cerebro donde se producen nuevas neuronas y que son parte del funcionamiento normal del cerebro. Sabemos además que en ciertas enfermedades esta producción de nuevas neuronas disminuye, por lo que comprender los mecanismos que regulan su producción es de gran importancia. Estamos en ese camino, aún nos falta mucho por aprender, en especial en el campo de la practica clínica, pues las herramientas que tenemos en la actualidad para estudiar este fenómeno en humanos, son muy “primitivas”.
Tanto en el campo del estudio del envejecimiento como en el de la neurogénesis se están desarrollando más investigaciones que podrían permitirnos conocer aún mejor como funcionan estos procesos para tratar de generar mejores condiciones de vida y alargar la “expectativa de vida saludable”, como indica Salech.
A los estudios se suman algunos mecanismos que permitirían este fin, tales como el ejercicio físico y otros que el especialista considera importantes de destacar. “Desde un punto de vista médico ciertas intervenciones nutricionales han demostrado disminuir el riesgo cardiovascular, fenómenos inflamatorios y a través de esto tienen impacto en el buen desempeño cerebral. Además, alimentarse en forma saludable y hacer ejercicio son altamente recomendables pues son buenas para todo el organismo”. Y agrega que “es importante recalcar que mantenerse activo y socializar son también pilares fundamentales para asegurar un envejecimiento saludable”.