En el marco del trabajo y compromisos de la Mesa Técnica de Salud Mental que lideran el Ministerio de Salud y el Servicio Nacional del Adulto Mayor, SENAMA, se dio a conocer la “Guía Práctica de Salud Mental y Bienestar para Personas Mayores”, como una herramienta que entrega información y recomendaciones para promover la salud mental, eliminar prejuicios y dar paso a procesos que permitan entregar un mayor bienestar a las personas mayores, sus familias y entorno.
SI bien la pandemia por Covid-19 ha afectado de manera significativa la salud mental de la población y especialmente de las personas mayores, es fundamental su abordaje multidisciplinario. Por esto, SENAMA junto al Ministerio de Salud han impulsado una serie de iniciativas que permitan instalar acciones que favorezcan la salud mental de las personas mayores y a través del trabajo con la Mesa Técnica de Salud Mental se está elaborando una estrategia que permita abordar esta temática.
La salud mental no significa no tener enfermedades, sino que estar en equilibrio con distintas emociones y sentimientos, es decir, es el estado de bienestar que permite estar en armonía con otros y con uno mismo. Sin embargo hay factores que pueden influir de manera negativa en la salud mental, como el maltrato, el aislamiento social, la pérdida de funcionalidad, los prejuicios y la discriminación.
El director nacional de SENAMA, Octavio Vergara, señaló al respecto que “es importante que hablemos de salud mental y que podamos reconocer de qué manera la pandemia nos ha afectado a todos en esta ámbito, pero de manera especial, a las personas mayores. Sin embargo, también debemos reconocer que al envejecer contamos con recursos valiosos para enfrentar situaciones como la que estamos viviendo. Esta guía pone a disposición información fundamental para promover la salud mental, eliminar prejuicios y resguardar el derecho al buen trato y la no discriminación”.
Algunas recomendaciones que entrega esta guía son:
Mantener la salud física con hábitos saludables, como hacer ejercicios, tener una buena alimentación y dormir bien.
Establecer relaciones afectivas a lo largo de la vida.
Intentar tener un proyecto de vida.
Reconocer con qué recursos cuenta a nivel individual, familiar y comunitario.
¿Cuándo consultar?
- Si tiende a aislarse.
- Hay pérdidas importantes de memoria.
- Se está alimentando mal.
- No se está arreglando como antes.
- Siente las emociones más a flor de piel.
- Está durmiendo mal, poco o demasiado.
- Está más preocupado que lo normal de la enfermedad o de la muerte.
- También debe estar atento al consumo de alcohol, drogas y medicamentos sin indicación médica.
- Importante considerar:
• Comunique, cuente lo que le pasa. Por ejemplo, hable de la muerte si tiene la necesidad.
• Ante la duda siempre consulte. Pedir ayuda es parte de la solución.
• Si reconoce que su vida o la de otros está en riesgo, comuníquelo o asista a la red de salud. Algunas de las señales son pensamientos recurrentes de querer morirse o conductas que ponen en riesgo la vida.